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¿Existen la Suerte y la Mala Suerte en las apuestas deportivas?

¿Existen la Suerte y la Mala Suerte en las apuestas deportivas?
¿Y si te digo que toda la Suerte y la Mala Suerte ya fuerón pronosticadas en cada apuesta?
por Josué Ramos   |   comentarios 0
sábado, mayo 30 2020

Dentro de la matemática los factores “suerte y mala suerte” son enfrentados como eventos aleatorios con resultados provenientes de la casualidad. Si es bueno para usted, usted llamaría de suerte y si es malo, usted dice que es mala suerte. ¿Suerte de uno, mala suerte del otro, no es? ¿Usted cree que existe algún Dios controlando su suerte en las apuestas? ¿Alguna fuerza invisible que no tiene nada más útil para hacer en el universo, que está ahí divirtiendose dandole trampas?

¿Y si yo le digo que toda la suerte y toda la mala suerte ya fuerón predecidos en cada apuesta? ¿Y si yo le digo, que aquella expulsión a los 86 minutos del segundo tiempo, que causó un giro en el juego ya había sido predecida? ¿Y si yo fuera más lejos y le digo que la pelota en el poste que lloró y no entró en la portería, y cada lanzamiento extraño y absurdo que influenciarón el resultado del juego ya habían sido predecido? ¿Usted lo creería?
 

Dos líneas pueden ser consultadas cuando tratamos de la casualidad, una de ellas es la teoría de las probabilidades y la otra línea es de los eventos dependientes e independientes. Mientras tanto, las dos líneas portan la misma idea al final de cuentas.

La casualidad, y las variables como a mi me gusta llamarlas, o suerte y mala suerte, como los más inexperientes acostumbran llamar, son solo variables ya predecidas dentro de lo que llamamos OPORTUNIDADES, o mejor, CUOTAS, los valores del juego, las probabilidades del evento.

Toda probabilidad proyetada ya tiene las variables calculadas de acuerdo con todas las informaciones pertinentes sobre el evento. Durante el evento al vivo, que es cuando todas las cosas absurdas irán a suceder, las oportunidades se ajustan de acuerdo a los acontecimentos en el evento, a través de movimentos monetarios, es conforme el tiempo del juego, siempre dejando evidente las probabilidades para cada determinado resultado.
Muchos van a cuestionar sobre aquella pelota en el poste que podría haber entrado, o sobre aquel acontecimento extraño que mudó el resultado del juego en los minutos finales, y irán provar la existencia de la suerte en el juego, sin embargo a largo plazo las probabilidades irán a equivaler, nunca se olviden de eso.
 

En otras palabras, para dejar más fácil la compreensión, se por un acaso existía 4% de oportunidad de un equipo cambiar un juego en lo minutos finales es eso por un factor extraño acaba por suceder, y Fulanito da Silva apostó y consiguió extraer lucro de este resultado, a largo plazo y muy provable que fulanito intentando acertar más tiros altos de esos irá a comprometer su gestión de banca, pues las probabilidades irán a equivaler la curva e irá a cobrar cada centavo gano en esta acción de Fulanito. Llamamos esto de ajuste matemático de las probabilidades, el mejor, ajuste de la curva. Es imposible vencer la matemática, o sea, pagar entradas sin valor y querer al final de cuentas ser lucrativo.

Muchos no entienden el motivo de muchos apostadores tener el ROI (retorno sobre la inversión) muy próximos en cuestión de valores, pero ya dejo claro que ese hecho sucede por el porcentaje de valor promedio que estos apostadores consiguen extraer de sus apuestas, o sea, el margem de lucro que ellos consiguem extraer en relación a las cuotas, las probabilidades.

La cuestión es que muchos pueden tener mucho lucro por un largo periodo de tiempo, pero no a largo plazo de años, provable de esa curva ajustarse y quedar muy próxima de los números normativos que otros apostadores más antiguos detienen, esto ocurre por el hecho de la aleatoridad, en el caso la suerte y la mala suerte, ser completamente excluidas por la curva a largo plazo.

Entonces crean, dentro de cualquier probabilidad (cuotas), ya está calculado todo tipo de acontecimentos posibles que podrán influir en el resultado de aquel evento y a largo plazo tudo irá a equivalerse, o sea, equilibrarse. La matemática no miente y también no perdona, crean en eso.